Columna Política «Diputado 501», Por Antonio Tenorio Adame (14-VII-2025).- A principios de junio del presente año, la presidenta Claudia Sheinbaum ironizó ante los augurios de los opositores de la conversión del gobierno en “una nueva dictadura” , así como también afirmaban que “ya no existen contrapesos”.

En respuesta directa hizo referencia a una oposición mermada en el Congreso por falta de votos; así también, a la mayoría que alcanzaría en el Consejo de Ministros de la Corte sin realizar la elección judicial.
Remató su réplica con ayuda de Juan Gabriel: “pero qué necesidad”.
Turno a la Comisión jurisdiccional.
La inquietud opositora es víctima de sus propias redes de impotencia, resultado de un sistema democrático cuya base carecía de un principio de equidad para obtener el resultado de seguridad de los comicios con igualdad social de menor pobreza.
El proceso electoral anterior manejado por los “siervos de la nación” arrojó mejores “resultados” que el viejo aparato de operadores del autoritarismo de mayoría hegemónica.
A un par de meses de cumplirse un año del arribo a la Presidencia de la República, el debate gira en torno al cambio de régimen; por otra parte, la Casa Blanca advierte de “aumentar 30 por ciento en aranceles, a partir del 1o de agosto, sino se desafía a los cárteles de la droga”.
La nueva mayoría intercala una variedad de apologías a su gobernabilidad, una relación de paradigmas de nuevo cuño; “sociedad de bienestar”; “humanismo mexicano”, “principios de acciones afirmativas”; etc, en busca de una legitimidad al poder ganado, aspira a superar lo deseado y ganar lo posible.
La oposición se posesiona en la descalificación y la exclusión, se auxilia de experiencias ajenas encubridoras políticas de castigo en cercos comerciales y aislamiento continental para referir o ¿desearlas para México, lo ocurrido en Cuba o Venezuela?. Carecen de teoría para justificar y dar cuerpo a sus ideas.
El poder limita al poder, este es el principio de la división de poderes, en tanto la regla suprema de un gobierno democrático se asienta en el principio de inclusión de minorías en los acuerdos de la mayoría.
El debate en torno al cambio de régimen lo ejercita la mayoría correspondiente a Morena.
En el Canal 11 “Conciso y preciso” debatieron sobre “cambio de régimen”, Lorenzo Meyer y Ariel Rodríguez Kuri, ambos del Colmex.
El primero manejó un orden cronológico a partir de la independencia para buscar establecer la entrada en vigor de un nuevo régimen.
Esta cronología no es precisa, sino ilustrativa de una época, como en el caso mismo de la independencia en el que se dice con precisión 1810 y 1821; o sea, entre el momento que Hidalgo pronuncia su arenga libertaria ir a circunstancia que lleva a la coronación de Agustín Iturbide como emperador de México.
Esta ambigüedad también se establece en busca de precisar, si existe ya un régimen distinto a los del pasado; en torno a este periodo se menciona la insurgencia cívica del doctor Nava en los años 60; así como también el Movimiento del 68 y el estado de terror represivo con el que se disolvió.
A manera de propuesta, a la vez conclusión, cierra su intervención diciendo:
“podríamos poner la fecha en que un partido de oposición real llega al poder, llega realmente de oposición real, 2018, entonces podría uno decir que ahí está el principio del nuevo régimen”.
El profesor Meyer no menciona el surgimiento de la Corriente Democrática en el seno del PRI en 1988, para postular a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Esta coyuntura es trascendente por la siguientes razones:
a. El cómputo electoral de la elección presidencial registró un percance en momento de hacerse públicas las cifras de casilla; el presidente de la Comisión electoral, Manuel Bartlett Díaz, a la par secretario de de gobernación suspendió intempestivamente los resultados que favorecían una tendencia al candidato opositor, Cuauhtémoc Cárdenas.
b. La violencia en torno a las elecciones de 1988, fue de gran impacto, un día antes de abrirse las urnas ocurrió un crimen aterrador que privó de la vida a Javier Ovando y a Román Gil, ambos encargados de la organización del voto a favor de la Corriente Democrática. El crimen no fue investigado y el proceso obligado de ley corrió la suerte del abandono para caer en la impunidad; además que este crimen surgieron otros de líderes y simpatizantes del voto opositor, dejando una estela de muertos del orden de la masacre.
c. El régimen del neoliberalismo modificó el régimen de propiedad social al otorgar disposición del predio, otorgó libertad de movilidad de capitales y bienes,en cambio restringió la migración, en el sistema político mantuvo las estructuras de poder pero giró el interés social por el mercantil y desplazó al poder originario con poderes derivados. Durante la administración de Morena se mantuvo el sistema neoliberal de mercado, se revisó y aprobó el TEMEC. En contrario anuló y extinguió los órganos independientes.
Dictamen de la Comisión de sentencia.
El remate final de la disertación del doctor Meyer fue reconocer el cambio con violencia, aunque con menor rigor, pero mayor desgaste del régimen; es el desgaste, lo que lleva al cambio y es también el cambio del entorno: La caída de URSS y la desaparición en México de un régimen autoritario anticomunista: el PRI. Estados Unidos ya no tiene la necesidad de apuntalar al régimen y luego deja que las elecciones fluyan como se tienen, porque el fantasma anticomunismo ya no lleva a que la gran potencia meta su cuchara demasiado. Aquí se ignora el acuerdo de Zedillo con Clinton para abrir la alternancia presidencial al PAN.
La posición del doctor Ariel Rodríguez Kuri, historiador del Colmex, es ajena a la de su maestro que le antecedió;;arranca de la idea de inexistencia del periodo de transición porque se convirtió muy buen negocio, decían en un momento las cifras que se pagaban, digamos por tener buena prensa.
Resultó un modelo político, un régimen político en sí mismo cuando se habla de su término en realidad habría que decir, quizás con mayor precisión, que forjó un modelaje de régimen político que se llama transición; más bien se trata de una remodelación del presidencialismo mexicano.
Pero mi crítica a esa manera de ver las cosas es porque no hemos pensado seriamente en un régimen parlamentario o semiparlamentario para México; si eso es lo que defienden la transición, tal como la vivimos, en el fondo detestan a los presidentes, sobre todo cuando no son de su partido.
Al doctor Rodríguez Kuri le parecen prudentes las adecuaciones al sistema político mexicano. Tienen que ser sobre esta lógica, es decir que se puede prever menos de lo que quisiéramos a muy largo plazo y que por lo tanto los gobiernos tienen que ser flexibles, un poco de goma o los regímenes políticos en realidad para responder a los nuevos retos, y, por ejemplo, ahí tiene muchísimas ventajas el parlamentarismo sobre el presidencialista socialismo; tiene fechas fijas para convocar elección; se elige por una parte a los diputados y por otra parte, al Presidente, no necesariamente el Presidente responsable, congreso, etc. de prejuzgar.
A la confrontación de cambio de régimen debe añadirse la presión de Trump para abatir las bandas armadas de delincuentes de drogas, puesto el dedo en el gatillo para imponer aranceles del 30 por ciento, los trastornos y presiones ocasionados crearán el desorden en el mercado con visos de alterar confianza y seguridad en torno al gobierno.
Las tensiones generadas por esas amenazas, arrastrarán al desorden y desconfianza, en consecuencias el mercado se verá obstaculizado con repercusiones políticas adversas, mismas que esperan aprovechar las minorías sin considerar su estado de indefensión frente el autoritarismo de Trump.
Cumplir la Constitución.
La oposición acusa al gobierno de Morena de ejercer un régimen de dictadura.
Entre los alineados a la 4T y académicos se abre el debate del nuevo régimen, para algunos ya vigente, en cambio otros consideran necesario incluir formas parlamentarias.
Por su parte las presiones de Trump obligarán, de no cubrirse sus demandas, en transfiguraciones de régimen político.
Solo un Estado de raíz soberana será capaz de mantener unido y cubierto de la seguridad propia frente al torrente. También la derecha requiere de la protección de un Estado propio de los mexicanos, a resguardo de los abusos y presiones de Trump.