04 Julio 2025 Cambio climático y medioambiente
La ola de frio fue tal, que la nieve cubrió partes del desierto de Atacama, el lugar más seco de la Tierra, por primera vez en más de una década. Estas temperaturas en Sudamérica contrastan con el calor abrasador en el hemisferio norte, poniendo vidas en peligro y subrayando aún más el empeoramiento de los impactos del cambio climático.

Según informó este jueves la Organización Meteorológica Mundial (OMM), las temperaturas han descendido drásticamente en la parte baja de Sudamérica, alcanzando en algunos lugares los -15° Celsius debido a la ola de frío polar que azota la región.
El 30 de junio, tanto Chile como Argentina figuraban entre los lugares más fríos de la Tierra, fuera de las regiones polares.
Los gobiernos de ambos países emitieron alertas tempranas y alertas de frío en respuesta al “anticiclón de origen polar” que está detrás de las condiciones extremas, dijo la OMM.
La ola de frío en Sudamérica contrasta con el calor abrasador en el hemisferio norte, especialmente en Europa, poniendo vidas en peligro y subrayando aún más el empeoramiento de los impactos del cambio climático.
Sistemas de calefacción afectados
En Mar del Plata, Argentina, a unos 380 kilómetros al sur de Buenos Aires, donde los inviernos son “frescos” y las temperaturas rara vez bajan del punto de congelación, la inusual ola de frío ha afectado a la distribución de gas natural, utilizado principalmente para calefacción.
Un funcionario de la ONU en la ciudad informó de que se había pedido a los comercios que permanecieran cerrados para conservar el suministro de gas para los hogares. Las escuelas y los edificios públicos también permanecieron cerrados el jueves y posiblemente el viernes.
En gran parte del centro y sur de Argentina, las temperaturas se situaron entre 10°C y 15°C por debajo de las medias estacionales.
Condiciones meteorológicas inusuales
La ola de frío comenzó el 26 de junio y alcanzó su punto álgido el 30 de junio, provocando mínimos históricos en amplias zonas del continente.
“Aunque las montañas andinas y la Patagonia no son ajenas a las bajas temperaturas invernales, la gravedad de este fenómeno fue excepcional y afectó incluso a las zonas bajas”, señaló la OMM en un comunicado de prensa.
El sistema de alta presión aportó estabilidad atmosférica, lo que se tradujo en cielos despejados y heladas severas generalizadas.
En las ciudades chilenas de Santiago, Rancagua y Talca, el aire frío estancado provocó la acumulación de contaminantes y el deterioro de la calidad del aire.
Los servicios meteorológicos nacionales tanto de Chile como de Argentina informaron de temperaturas mínimas récord en múltiples estaciones meteorológicas.
Sorprendentemente, la nieve cubrió partes del desierto de Atacama, el lugar más seco de la Tierra, por primera vez en más de una década. También nevó en lugares inusuales como Mar del Plata, el valle de Calamuchita en Córdoba y las regiones montañosas del norte de la Patagonia.
Repercusiones de largo alcance
Crece la preocupación por las repercusiones sociales y económicas del frío extremo.
Los agricultores del centro de Chile y el norte de la Patagonia han informado de daños en los cultivos debido a las heladas tempranas, que amenazan las cosechas de fruta y a las cosechas de invierno.
Mientras tanto, el transporte y la escolarización se vieron interrumpidos en ciudades no acostumbradas a un clima invernal tan severo.