29 de junio del 2025.- El proyecto de ley «grande y hermoso» del presidente Donald Trump, que fue presentado en el Senado, insiste en gravar las remesas, pero en esta ocasión ajusta de 3.5 a uno por ciento el impuesto a todos los envíos físicos de dinero que hagan los migrantes.

La iniciativa publicada por el senador republicano por el estado de Carolina del Norte, Lindsey Graham, quien es presidente del Comité de Presupuesto, propone un impuesto especial sobre ciertas transferencias de remesas.
En general, se impone a cualquier transferencia de remesas un impuesto equivalente a uno por ciento del importe de dicha transferencia, señala el documento.
Esta propuesta sustituiría a otra presentada por el senador republicano Eric Schmitt el 10 de junio pasado, la cual proponía un impuesto de 15 por ciento sobre las remesas físicas.
La iniciativa, que es parte del presupuesto, retoma el proyecto de Schmitt. En el documento se explica que el gravamen a cualquier envío físico –efectivo, giro postal, cheque de caja o cualquier otro instrumento físico similar– será pagado por el remitente.
La empresa que realice la transferencia será la que se encargará de recaudar el tributo y lo remitirá trimestralmente. El proyecto advierte que cuando el impuesto no se pague al momento de la transferencia, el proveedor del servicio lo hará.
La propuesta contenida en la iniciativa de ley One Big Beautiful indica que este gravamen no se aplicará a ninguna transferencia cuyos fondos se envíen de una cuenta mantenida en una institución financiera, ya sea de una tarjeta de crédito o bien de débito.
El planteamiento indica que las enmiendas realizadas a las transferencias de remesas se aplicarán a todas las operaciones realizadas después del 31 de diciembre de 2025.
No es la primera ocasión en que se plantea gravar las remesas, pues legisladores de la nación vecina del norte propusieron que fuera de 3.5 por ciento, aunque antes también presentaron iniciativas de 5 por ciento.
La medida afectaría a millones de migrantes que envían recursos a sus países de origen, como México. Estimaciones de BBVA, con un impuestos de 5 por ciento, indican que el costo de enviar 350 dólares pasaría de 6 a 23.5 dólares, casi 4 veces el costo actual.
Los analistas comentaron que el gravamen sería injusto, regresivo y contra los acuerdos internacionales, aunque tendría efectos limitados y no afectaría de forma significativa la balanza de pagos.
En abril, las remesas sumaron 4 mil 761 millones de dólares, monto que observó una caída de 12 por ciento, la más pronunciada desde septiembre de 2012.
Si bien la iniciativa no se ha aprobado, el descenso reportado en el cuarto mes del año se explicó por la incertidumbre causada por la política comercial de Trump, así como por el débil dinamismo económico.
Con información de La Jornada