20 de junio del 2025.- Irán e Israel cumplen una semana de bombardeos cruzados, después que el pasado viernes Tel Aviv lanzara un ataque a gran escala contra instalaciones del programa nuclear del país persa. A ello se une ahora la incertidumbre sobre la posible participación de EE.UU. en el conflicto, algo que el presidente republicano Donald Trump ha dicho que decidirá «en el plazo de dos semanas».

El Ejército de Israel ha anunciado hacia las 14.20 hora local (11.20 GMT) haber lanzado una nueva oleada de bombardeos contra «infraestructura militar» en el centro y oeste de Irán, poco después de que el ministro de Defensa, Israel Katz, ordenara aumentar los ataques contra la república islámica. Hacia el medio día, el Ejército también indicó haber concluido una oleada de ataques previa contra 35 almacenes de misiles y componentes de infraestructuras de lanzamiento en Tabriz y Kermanshah, ambas en el oeste de Irán. Mientras, también se han escuchado de nuevo las sirenas en Israel por el lanzamiento de misiles iraníes.
Estos ataques israelíes se unen a los de estos días a otras infraestructuras iraníes (sistemas de defensa aérea, almacenes de misiles balísticos…), a plantas nucleares (Natanz, Isfahán y Furdú), y a lugares que albergan a altos cargos de la Guardia Revolucionaria iraní o científicos nucleares. En cuanto a Irán, desde el viernes ha atacado diversas instalaciones militares y también ha golpeado objetivos civiles como el hospital Soroka en Israel.
Negociaciones estancadas
Con los ataques, Israel afirma que trata de impedir que Teherán consiga construir una bomba atómica, algo que las autoridades del régimen de los ayatolás niegan estar haciendo.
Esta misma jornada el embajador iraní en España ha dicho, en esta misma línea, que se trata de «una narrativa» que Israel y EE.UU. intentan «vender» y que su programa nuclear «es de carácter pacífico». El embajador ha apuntado, además, a que, si el régimen norteamericano utiliza sus bases en la región en contra de Irán, pasarán a ser «objetivos legítimos».
Las negociaciones también continúan estancadas, después de que se cancelara la sexta ronda de conversaciones en materia nuclear previstas el pasado domingo entre Irán y Estados Unidos. Este viernes el Gobierno iraní ha asegurado que Israel debe parar sus ataques si se quiere retomar la vía diplomática, y ha rechazado una nueva petición de EE.UU. para volver a hablar. «Los americanos han pedido negociaciones y nuestra respuesta es no», ha dicho el ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, a la televisión iraní.
Los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Reino Unido, Alemania y la Unión Europea han expresado su disposición a mantener más conversaciones con Irán, tras una nueva ronda de reuniones para intentar restablecer el diálogo diplomático sobre su programa nuclear.
Después de tres horas de negociaciones, los jefes diplomáticos han hecho breves declaraciones, aunque en ningún momento han indicado si se había logrado algún avance tangible.
En cuanto a las víctimas del conflicto, las autoridades iraníes las sitúan en 224 en su país, aunque el número oficial no se actualiza desde el domingo. La organización iraní HRANA, contraria al régimen y con sede en EE.UU., la eleva a 639. Las instituciones israelíes, por su parte, también mantienen desde hace días los muertos en su territorio en 24.
El papel de EE.UU., clave en el conflicto
Además de Israel e Irán, Estados Unidos también está teniendo un papel clave en el conflicto. La última afirmación de Trump de que sopesará si EE.UU. interviene, llega tras una semana de amenazas a Irán y llamamientos a que abandone «el enriquecimiento de uranio».
En un principio, la Casa Blanca, que estaba en plenas negociaciones nucleares con Teherán, se desmarcó del ataque de Israel, pero después reconoció que sabía la existencia de la operación y había dado un ultimátum a Irán. Trump apoyó, además, la versión de Israel, su aliado en Oriente Medio, de que el régimen de los ayatolas «tiene todo lo que necesita para conseguir un arma nuclear», lo que considera que «supondría una amenaza existencial no solo para Israel sino para Estados Unidos y todo el mundo».
Desde entonces, la dialéctica ha ido en escalada, a principios de semana, el presidente estadounidense llegó a exigir una «rendición incondicional» de Irán y hasta llegó a sugerir la posibilidad de asesinar al líder supremo iraní, Alí Jameneí, si bien la descartó «por el momento». Si las palabras se convertirán en balas lo sabremos en «un plazo de dos semanas», según ha establecido el propio Trump.