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Columna Política «El Francotirador», Por José Cruz Delgado (18-VI-2025).- Algo no cuadra con eso de la publicación de las Leyes Mordaza que se están aprobando en varios estados Puebla, pues hay mucha coincidencia, ya que la nueva Ley de Telecomunicaciones propuesta por la presidenta Claudia Sehimbaum no ha sido aprobada, como que les ordenaron a los gobernadores morenistas que cada quien hiciera la suya y de esta manera la presidenta lavarse las manos, en una palabra, los mandatarios estatales le están haciendo el juego sucio.
En el estado de Puebla recién se aprobó vía fast track, una ley que criminaliza comentarios en redes sociales, similar a la de Michoacán, sin embargo, el cínico gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, después de, pidió realizar foros de análisis tratando de dar atole con el dedo a los medios de comunicación.
Dicha ley criminaliza y sanciona con hasta 3 años de cárcel a los autores de comentarios ofensivos hechos en redes sociales.
La polémica ley aprobada la semana pasada por el Congreso del estado poblano impulsada por Morena, implica sanciones de miles de pesos y hasta 3 años de cárcel, por comentarios del autor hechos en redes sociales y que puedan “ofender” a su interlocutor.
A nivel nacional e internacional, esta ley ha sido calificada como autoritaria y señalada por promover la censura y la violación al derecho de libertad de expresión, pero esto no detuvo a los congresistas que la aprobaron en “fast track”.
Después de ahogado el niño Armenta pidió realizar foros con periodistas, asociaciones de padres de familia, organismos de derechos humanos y colegio de abogados, para analizar la Ley de Ciberseguridad en lo correspondiente a ciberacoso”.
Asimismo, sin una pizca de pudor tras su destello autoritario, el gobernador dijo que actúa “siempre con el propósito de proteger los derechos humanos universales con el mayor consenso posible.
Hay otra tema de censura, pero en Campeche, pues resulta que la gobernadora, Layda Sansores, en un hecho sin precedentes en el estado, logró por la vía judicial, el cierre temporal del medio digital Tribuna Campeche y el procesamiento penal de su exdirector, el periodista Jorge Luis González Valdez, acusado de incitar al odio y ejercer violencia mediática contra funcionarios públicos. Detrás de esta ofensiva legal, presuntamente se encuentra no sólo la gobernadora, sino también su círculo más cercano, especialmente su vocero oficial, Walther David Patrón Bacab.
El 13 de junio, la jueza Guadalupe Martínez Taboada ordenó el cierre por dos años de la versión digital de Tribuna Campeche, medida que también impide a González Valdez ejercer el periodismo durante ese mismo periodo. La decisión judicial se basa en una acusación de incitación al odio derivada de las publicaciones del medio.
Diversas organizaciones, como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), han señalado que este tipo de litigios estratégicos constituyen una forma de censura encubierta, y han instado a los poderes judiciales mexicanos a respetar los estándares internacionales de libertad de expresión.
Efectivamente, con la propuesta morenista de la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión, “está amenazada la libertad de expresión de los periodistas, pero también de los ciudadanos, porque esto será un retroceso histórico.
Morena pretende sepultar la democracia en México con la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión, la cual representa una censura radical y atenta contra la libertad de expresión.
El régimen morenista se transforma a pasos agigantados en una dictadura, porque se han dedicado a centralizar el poder y eliminar todo contrapeso. Con esta reforma de Morena, se propone mayor control gubernamental sobre internet y medios de comunicación. Lo que se presenta como una regulación se convertirá en censura, así de fácil.
Sin duda, la propuesta morenista representa un grave retroceso en materia de libertades, es una regresión brutal para la democracia.
“México no necesita un internet vigilado, necesita un internet libre, pues el silencio digital es el sueño de los dictadores. Internet censurado equivale a una democracia sepultada.
Morena resultó ser la peor versión del PRI, de ese PRI de los 60 de los 70 que tanto criticaron.
