08 de mayo del 2025.- Rusia y China han acordado intensificar su cooperación para contrarrestar los esfuerzos estadounidenses por contener a ambos países, según un comunicado conjunto publicado por el Kremlin. El documento, emitido tras las conversaciones entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, también ha señalado que Moscú y Pekín seguirán fortaleciendo su cooperación militar.

Xi Jinping ha afirmado junto a Putin que sus dos países deberían ser «amigos de acero», al tiempo que se han comprometido a impulsar su apoyo en un momento de creciente confrontación con Occidente. En las conversaciones en el Kremlin, los líderes se han presentado como defensores de un nuevo orden mundial que ya no esté dominado por Estados Unidos.
Ambos países deben consolidar las bases de su cooperación y «eliminar la interferencia externa», ha afirmado Xi, cuyo país se encuentra actualmente inmerso en una guerra arancelaria iniciada por el presidente estadounidense, Donald Trump. Pese a que Trump ha afirmado en varias ocasiones la disposición china de renegociar los aranceles, Pekín se ha mostrado renuente a hacer públicas sus intenciones.
Xi es el más poderoso de las más de dos docenas de líderes extranjeros que visitan Moscú esta semana para conmemorar el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, una celebración de enorme importancia para Rusia por su rol en el conflicto.
En este contexto, la participación de Xi supone un importante impulso para Putin en un momento de agudas tensiones geopolíticas con Washington, que en las últimas semanas ha presionado junto a Europa para iniciar conversaciones que pongan fin a la guerra en Ucrania.
Rusia y China afirman que el AUKUS aumenta las tensiones
Rusia y China han declarado en el comunicado conjunto que el pacto de defensa entre Australia, el Reino Unido y Estados Unidos (AUKUS) estaba impulsando una carrera armamentística regional en Asia-Pacífico.
Los dos países han tildado de «provocadora» la compra acelerada de misiles de largo alcance por parte de aliados militares de países con armas. En este caso, la denuncia hace referencia al reciente anuncio de Australia de adquirir misiles SM-2 IIIC y SM-6 por valor de 4.500 millones de euros a Estados Unidos.
Crítica a los aranceles estadounidense
Ambos Estados también han denunciado el impacto negativo en la economía mundial de los aranceles impuestos al comercio por algunos países, en una clara alusión a Estados Unidos. «Las partes llaman la atención al creciente riesgo de fragmentación del comercio mundial, al aumento de medidas discriminatorias y barreras comerciales injustas», ha indicado uno de los apartados de la declaración conjunta.
Moscú y Pekín han criticado que «la introducción de aranceles injustificados por parte de determinados Estados hacia sus socios comerciales va contra los derechos e intereses de otros Estados y la Organización Mundial del Comercio, (…) lo que amenaza a la estabilidad mundial».
Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha asegurado que ambos mandatarios todavía no han discutido la cuestión de los aranceles estadounidenses en profundidad.
Este mismo fin de semana, Estados Unidos y China se reunirán para un primer encuentro oficial tras el inicio de la nueva guerra comercial, donde abordarán el deterioro de las relaciones y las nuevas barreras arancelarias, que fueron elevadas hasta el 145% por decisión de Trump.
Impulso a la asociación estratégica «sin límites»
Putin y Xi se han reunido en decenas de ocasiones. En febrero de 2022, tres semanas antes del inicio de la invasión de Ucrania, firmaron una asociación estratégica «sin límites». China es el principal socio comercial de Rusia y ha brindado a Moscú un salvavidas económico que le ha ayudado a sortear las sanciones occidentales. A su vez, el apoyo militar, aunque notable, no ha resultado tan significativo como el de Irán o Corea del Norte.
A nivel internacional, la visita de Xi y de otros líderes durante el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial ayuda a Putin a demostrar que cuenta con aliados poderosos y que años de sanciones occidentales no han logrado aislar al gigante euroasiático.
En lo que respecta a la celebración, las tropas chinas participarán en el desfile militar del viernes en la Plaza Roja. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania instó el martes a los países a no enviar a sus militares a participar, argumentando que ello iría en contra de la neutralidad declarada de algunos países en la guerra.
De hecho, en sus palabras de apertura tras saludar a Xi en uno de los salones más opulentos del Kremlin, Putin le ha agradecido su visita para conmemorar los 80 años de la «sagrada victoria» sobre Adolf Hitler.
«La victoria sobre el fascismo, lograda a costa de enormes sacrificios, tiene una trascendencia duradera», ha declarado Putin. «Junto con nuestros amigos chinos, defendemos firmemente la verdad histórica, protegemos la memoria de los acontecimientos de los años de guerra y contrarrestamos las manifestaciones modernas de neonazismo y militarismo», ha sentenciado.
En los primeros meses de conflicto, Putin presentó su guerra en Ucrania como una lucha contra los nazis modernos. Ucrania y sus aliados rechazan esa caracterización como una grotesca falsedad, acusando a Moscú de llevar a cabo una invasión imperialista.