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Columna Política «SOBREMESA», Por Antonio Soto S.- La periodista Carmen Aristegui ha difundido una investigación realizada por la también periodista Laura Castellanos en la que a través de videos, fotografías y varios testimonios de decenas de personas, se muestra de que manera la Policía Federal y el ejercito Mexicano asesinaron a 16 civiles el pasado 6 de enero en el centro de Apatzingán, Michoacán, desmintiendo la versión oficial de que su muerte había sido consecuencia de un «fuego cruzado», así lo había asegurado Alfredo Castillo, cuando este todavía fungía como Comisionado Federal para la Seguridad de esta entidad.
En la reconstrucción de los hechos se ha podido verificar que ninguno de los manifestantes tenía armas, por lo tanto los disparos solamente provinieron del lado de los elementos del gobierno, bajo el mando del ahora titular de la Conade. Ciertamente miembros autodefensas se encontraban en un plantón en aquella localidad para manifestar su descontento al señor Castillo por haber disuelto, sin el pago correspondiente, el denominado G-250, grupo al que pertenecían -y que en su momento fue formado por el Comisionado-, quienes no sabían de la virulencia con la cual serían atacados por elementos federales.
No es la primera vez que el gobierno hace todo un montaje propagandístico tratando de hacer creer a la opinión pública, a través de toda una fabricación infame de hechos tan graves y tan lamentables como estos, en los que han muerto muchos inocentes, a quienes se les ha difundido con la etiqueta de «peligrosos delincuentes» y a quienes irremediablemente se han tenido que aniquilar para supuestamente «garantizar la paz y la seguridad de la población». Recordamos como el ex Comisionado Castillo, aseguró en los medios de comunicación, utilizando esquemas arbitrarios, argumentando,-según el-, la trayectoria de las balas, describiendo la geografía de los hechos, lo que en el argot ministerial le llaman mecánica criminal, sin embargo su posición arrogante, temeraria y poco convincente lejos de esclarecer aquellos hechos, lo único que sembró muchas mas dudas sobre lo que realmente ocurrió ese 6 de enero.
Con estas revelaciones queda hoy al descubierto que tanto el Ejercito Mexicano como la Policia Federal acudieron esa madrugada a ejecutar a quienes habian sido despedidos por el Comisionado; y que estaban poniendo en una situación muy incomoda al entonces enviado del Gobierno Federal. ¿Sabía el señor Castillo que había ocurrido una masacre aquel día en Apatzingán a manos de instituciones cuyos elementos estaban en la practica bajo su mando y aún así trató de mentirle a los mexicanos?, No es facil suponer que el no haya tenido pleno conocimiento de como fue que ocurrieron aquellos hechos, es mas fácil deducir que el falsificó de manera consciente y deliberada la información que personalmente propagó a la opinión pública, lo que sin duda alguna fue avalado por sus superiores -el Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido y el Secretario de Gobernación Miguel Angel Osorio Chong.
Esta lamentable masacre se suma a los asesinatos de Tlatlaya e Iguala, en los que se comprueba que el Estado Mexicano de manera mas frecuente está utilizando la ejecución ya como una estrategia sistemática para quitar de enfrente a quienes ellos consideran son enemigos del régimen de Peña Nieto. Esto es realmente vergonzoso y terrible para una nación que se precia de ser moderna, democrática y respetuosa de la ley.
@tonosotosanchez
