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Artículo de fondo por Deedee.- Hace algunas semanas, encontré en un periódico coreano sobre el índice de aceptación o predilección que los jóvenes coreanos tienen con relación a las matemáticas y el grado de aceptación sobre esta materia está en el último lugar.
Los coreanos que reitero, son muy sensibles a esta materia, generalmente no les hace muy felices y consecuentemente las calificaciones no son muy altas.
La palabra con la que designamos esta condición, seguramente que no existe en México, pues la denominamos como “Educación circular o de embotellamiento”, con lo que indicamos que se obliga al estudiante a aprenderlas aun cuando no las entienda a la perfección y este sistema se aplica solamente hasta el nivel de secundaria. Pasado esa etapa, el sistema cambia y es cuando “los chicos” efectivamente empiezan a tener un aprendizaje mejor y obtienen así mismo , mejores y más altas calificaciones.
Se ha determinado científicamente que el cerebro humano es ,valga el ejemplo, como una esponja que absorbe todo cuando es relativamente joven, pues una vez que se comienza a envejecer, poco a poco la capacidad de retención (o de absorción) va disminuyendo. Desde ese momento comienza un estado de sufrimiento del ser humano al no ser ya esa característica de aprendizaje mas potente. Tal vez por lo anterior, Corea tal vez sea el único país que “encierra” a los jóvenes desde las siete de la mañana hasta las once de la noche en las escuelas. Es común para nosotros emplear la frase de “El Infierno de Admisión” para señalar o reforzar la forma de enseñanza coreana. En esta etapa, todos estudian fuertemente y eso provoca una competencia intensa en la sociedad a efecto de “sobrevivir”. Por eso mismo se dice con cierta razón que los coreanos tenemos una mentalidad muy fuerte.
Solamente viviendo en otro país, como es mi caso, me doy cuenta de las diferencias tan distantes entre los dos países. Actualmente doy clases de coreano y la mayoría de los alumnos que son muy jóvenes y muestran interés tanto por el idioma como por la cultura coreana, lo que me ha sorprendido de mis alumnos que cursan los últimos dos años de la preparatoria.
Esta conducta no se presenta en Corea, pues es algo que ni siquiera se permiten soñar. los alumnos preparatorianos coreanos tienen que estudiar muy fuerte para poder hacer lo que ellos tienen que esforzarse todo el día para presentar su examen de admisión, mismo que se realiza sólo una vez al año. O estudian fuertemente o pierden así un año completo.
Con lo anterior no digo que la educación mexicana es ideal para los niños, yo sólo les envido mucho se capacidad mental. Los chicos deben y hacen lo que quieren hacer y lo que les llama la atención.
En estos días en Corea, se empieza a insistir en el cambio de estilo de la educación. Los adultos ya empezaron a pensar en que la educación que han tenido, la que no es tan eficaz para los niños. Por mi parte, yo apoyo esa determinación, pues cuando se descubre un problema, se puede intentar corregirlo o resolverlo como un primer paso.
