Por Manuel Lozada.- Como ya nos han estado acostumbrando las actuales autoridades del Estado de Michoacán respecto al tema del «desfalco» por parte de la administración de Leonel Godoy Rangel, nuevamente las «brazas hacen fuego», pues se ha confirmado que la PGR acusa directamente a Humberto Suárez por «peculado y abuso de autoridad» por el supuesto paqo de 40 millones de pesos a una «firma de asesores».
Los encabezados de la prensa simpatizante al régimen priísta michoacano hace alarde de notas de poca importancia, pues si a alardes vamos, el hecho de que en el primer año de la administración faustista se hayan perdido más de 200 millones de pesos en la Secretaría de Cultura del Estado de Michoacán, entre otras, suena más a fraude y robo desmedido, máxime cuando no hayan de dónde sacar dinero para pagar tantos compromisos adquiridos en campaña y que se han tenido que «amarrar» con la supuesta campaña de austeridad que en verdad, sirve para dos cosas, ustedes ya lo saben.
La «estrategia» que ha mostrado Fasuto Vallejo y ahora Jesús Reyna respecto al señalamiento de robo de recursos, simplemente los deja mal parados, ya que recordemos no ha sido suficiente el dinero que han desviado o entregado al CRIIT de Teletón, a quiens le «regalaron» MIL MILLONES de pesos y aún asi Loret de Mola y López Dóriga los siguen vapuleando en cada columna y noticiario que pueden. Realmente las acciones que estos priístas están ejecutando son meras cortinas de humo, distractores, con la única finalidad de generar «rios revueltos» para obtener beneficios mucho más jugosos; si reamente les hacemos las cuentas a esta adminsitración, le saldrían ganando a la cantidad supuestamente desviada por Godoy y su gabinete, por lo cual, miles de michoacanos quedaríamos altamente complacidos en verles la cara de sorpresa al verse desenmascarados ante las frecuentes mentiras que de verdad, tienen en hartazgo al pueblo michoacano, pues solamente los integrantes de su «rebaño» se creen semejantes datos o , como también es sabido, tienen que decir que si, so pena de perder el puesto.
Ante tales desafortunados hechos, usted amable lector, ¿que opina?